La Naturaleza no conoce fronteras: sitúa nuevos seres sobre el globo terrestre y contempla el libre juego de las fuerzas que obran sobre ellos. Al que entonces se sobrepone por su esfuerzo y carácter, le concede el supremo derecho a la existencia.
PlanetSolar
El espectacular catamarán, de 35 metros de largo y 23 de ancho cuando despliega sus alas con paneles solares, se había convertido en mayo de 2012 en el primer vehículo a energía solar en dar la vuelta al mundo, tras un épico viaje de 584 días y más de 60 mil kilómetros recorridos.
"En vez de convertirse en un museo en algún puerto, el barco disfruta ahora de esta segunda vida", señaló su capitán, el francés Gerard d'Aboville, en referencia a la misión científica lanzada durante una conferencia de prensa a bordo de la nave de pabellón suizo.
En efecto, y tras zarpar del puerto de La Ciotat (sureste de Francia) el "PlanetSolar" comenzó en Miami (sureste de Estados Unidos) una expedición que tiene como objetivo recolectar material sobre el efecto del cambio climático a lo largo de la Corriente del Golfo.
"Vivo en Bretaña, en el oeste de Francia, y estamos muy preocupados. Todos sabemos que si la Corriente del Golfo cambia, aunque solo sea un poquito, nuestro clima se deteriorará mucho", afirmó D'Aboville.
La Corriente del Golfo desplaza una gran masa de agua cálida procedente del golfo de México hacia el Atlántico Norte, asegurando a Europa un clima cálido para la latitud en la que se encuentra e impidiendo la excesiva aridez en zonas tropicales que atraviesa en América, como México y las Antillas.
La expedición del "PlanetSolar" tiene previsto hacer escalas en Boston (noreste de Estados Unidos), San Juan de Terranova (Canadá) y Reykjavik y culminar en Bergen (Noruega).
"Nuestro objetivo es entender las complejas interacciones entre física, biología y clima para posibilitar que los científicos perfeccionen los simulacros climáticos, especialmente en lo concerniente a intercambios de energía entre el océano y la atmósfera", explicó de su lado el profesor Martin Beniston, de la Universidad de Ginebra (Suiza) y líder de la misión.
"Como el barco es impulsado por energía solar, no emite ninguna sustancia contaminante que pueda distorsionar el material recolectado en la travesía de 8 mil km entre Miami y Bergen", agregó.
Proeza tecnológica con su gigantesca cubierta de más de 515 m2 de paneles solares, el "PlanetSolar" pesa unas 90 toneladas y puede desarrollar una velocidad de hasta 14 nudos (unos 26km/h), aunque su media es de cinco nudos.
El consumo medio de sus motores es de 20 kilovatios y no requiere gasolina, así como tampoco emite gases de efecto invernadero.
A su belleza externa, el barco suma un nada despreciable confort interno, con seis cabinas y nueve camas. Puede albergar hasta 60 personas cuando se encuentra amarrado.
Atracado en un embarcadero sobre el río Hudson, en el sur de Manhattan, el "PlanetSolar" zarpará con destino a Boston.
La presencia del barco en la Gran Manzana fue celebrada por la vicecónsul de Suiza en Nueva York, Nadine Olivieri Lozano, dijo estar "muy excitada" ante la posibilidad de que su país pueda mostrar "innovación", "tecnología" y "esfuerzos de energía renovable".
"Es excitante tener un embajador de este tipo. Habitualmente la gente asocia nuestro país con el chocolate, los relojes, los bancos", señaló.
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