La Naturaleza no conoce fronteras: sitúa nuevos seres sobre el globo terrestre y contempla el libre juego de las fuerzas que obran sobre ellos. Al que entonces se sobrepone por su esfuerzo y carácter, le concede el supremo derecho a la existencia.
Ovejas cortacesped
París ya sorprendió a propios y extraños dejando crecer las malas hierbas en algunas calles y parques. Aquello fue una decisión respetuosa con la biodiversidad de la que ahora se cumplen tres años, lo que no impide que sus jardines luzcan cuidados o que se usen cortadores de césped y herbicidas. ¿Pero, hasta cuándo? Sus días podrían estar contados si saliera bien un experimento de eco pastoreo que utilizará a las ovejas para el mantenimiento del espacio verde urbano. En efecto, si los rumiantes se portan bien durante el próximo mes de abril en un espacio de prueba -situado en un terreno baldío de dos mil metros cuadrados-, es decir, si hacen su trabajo y son capaces de dejar bien aseado este lugar del distrito 19 de la capital francesa, el proyecto seguirá adelante.
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