Los gatos salvajes escoceses podrían extinguirse en tan sólo unos meses

Hay 35 gatos salvajes escoceses en su hábitat natural, una cantidad tan ínfima que únicamente un plan de acción urgente, a la desesperada, podría salvarlos de una inminente extinción en el estado silvestre.
La voz de alarma la ha dado un equipo de investigadores de la Asociación Escocesa Wildcat, cuyas conclusiones han dejado tiritando de pura sorpresa y miedo a los conservacionistas, pues las estimaciones anteriores creían que su población era diez veces mayor.

La investigación revisó avistamientos grabados en cámaras ubicadas en distintos puntos de su hábitat, informes basados en testigos oculares y un buen númeor de muertes producidas en la carretera, concluyendo que la cosa está chunga para la supervivencia de esta especie, conocida como el Tigre de la montaña.
El número de ejemplares de gatos salvajes de raza pura es tan pequeño que coloca a la especie entre las más amenazadas del mundo. Por contra, hay gatos monteses híbridos para parar un tren. Su número está estimado en 3.500, pero estas cifras no consuelan a los conservacionistas.
Entre las amenazas más importantes que les acecha están las enfermedades producidas por su cruce con gatos domésticos y los atropellos. Es más, el informe apunta en clave negativa que los riesgos de hibridación serán algo permanente.
“La abrumadora evidencia es que el gato montés va a estar extinta en unos meses, cualquier otra cosa es la esperanza ciega”, apuntan respondables de la asociación. La única solución que parece viable en esta situación de máxima gravedad es encontrar un lugar donde poder reubicarlos para que puedan reproducirse entre sí, lejos de los gatos domésticos o cimarrones. Eso sí, la reubicación ha de ser en un entorno natural, porque resulta fundamental que se encuentren en su hábitat y no entre cuatro paredes.